Cuando faltan solo 8 días para nuestra marcha, desde la anterior información ha habido algunas novedades que paso a comentar.

En primer lugar, hemos vuelto a contactar con Santiago del Valle, quien además de conseguirnos su libro «El Misterio de Vilcabamba», que también nos ha dedicado, nos ha facilitado información para contactar alli con dos personas de las cuales ya anteriormente nos había hablado. Hemos precisado también en la charla algunas cosas para movernos con relativa comodidad por Cusco y Lima en los días que nos quedan para hacer turismo, y nos dió alguna otra recomendación sobre el tiempo, el mal de altura, etc.

Y en segundo lugar, hemos vuelto a contactar con Giovanni, el teórico responsable de la casa hogar (digo teórico porque ahora parece que dedica poco tiempo), y hemos concretado algo más sobre la forma en que nos recogerá para llevarnos o acompañarnos desde Cusco a Pomacanchi.  Pero la mejor información (al menos la más concreta, hasta la fecha), la hemos recibido ayer de Sergio, el último de los voluntarios que pasaron por allí. Estuvo en el mes de agosto y aunque su estancia fué corta (iba para dos semanas pero se quedó solo en una porque su mujer estaba aquejada del soroche o mal de altura, y tuvieron que acortar los días de permanencia), nos ha dado pistas concretas sobre la situación alli, que parece que es totalmente precaria. Nos da información de horarios, temperaturas, etc, y las labores a desarrollar con los niños.  Todo esto nos viene bien a falta de otras informaciones, para ir debidamente preparados.

De todo esto se deduce lo que intuíamos: que aquello necesita mucha dedicación, y sobre todo medios, con lo cual hemos dejado de pensar en llevar muchas cosas (solo cremas para los niños, algunos lapiceros, pinturas, bolígrafos, etc) y sobre la marcha allí haremos lo que podamos para comprar lo más imprescindible que ayude a mejorar la situación de los chavales.  Y  os mantendremos informados por si requerimos de alguna colaboración.