Ultimo día

Se terminó el miércoles, con pocas cosas dignas de señalar, salvo que me pasé la mañana y hasta parte de la tarde haciendo de electricista, porque ayer una de las luces de la sala comedor dejó de funcionar, y aunque Giovanni dijo que la iba a arreglar, pasó el día, se marchó a Cusco y la luz quedó inoperante.  Pero además, es que habíamos comentado que la luz de la cocina era muy mala y muy escasa, y sería bueno poner otro punto de luz en el extremo opuesto al actual.

Por esa razón, me fui a la ferretería, compré cable, un interruptor, un portalámparas y unas bombillas y me puse a hacer la instalación.  Me dio un poco de lata, pero al final quedó la nueva lámpara instalada, y el resultado por la noche ha sido fantástico, pues ahora en la cocina ya se ve con normalidad, y el salón de estudio y comedor ha quedado de nuevo al completo de iluminación.  Es un problema que los desperfectos queden al albedrío de los voluntarios si se solucionan o no, porque Giovanni pasa bastante y hará falta alguien que de forma estable y continuada se ocupara de esos mínimos detalles de mantenimiento.  Es lo mismo que sucede con las camas.  De las dos que había mal, yo reparé una, pero la otra se va a quedar así hasta otra ocasión, porque además hay exceso de cámas  respecto al número de voluntarios.

En el ayuntamiento me dijeron que no se trató el asunto que propuse, porque estaba en trámite de estudio legal, y se verá el próximo lunes.  Quedaron en comunicarme lo que sea por correo electrónico, pero mucho me temo que la cosa se va a quedar un poco olvidada, al no estar  yo insistiendo como hasta ahora.

Conforme a lo previsto, Ester se fue después de comer y nos quedamos solos Ipi y yo para los últimos detalles de nuestra estancia aquí.  Como no encontramos leche suficiente para hacer el arroz, se la tuvimos que encargar a Giovanni, que la mandó en el bus de la tarde. Tuve que estar esperando la tira, aunque aproveché para llevar el video que hicimos a que me lo grabaran en un DVD que sea compatible con el televisor.  Tras un corte de luz, y no sé cuantos problemas más, al fin tengo el video en versión válida para que sea utilizado por los niños cuando quieran recordar cosas de nuestra estancia.

El arroz con leche le salió a Ipi delicioso, y les gustó a los niños, y de requeteregalo, les repartió los juguetes que estaban allí acumulados sabe Dios cuanto tiempo hace.  Quedaron todos los críos contentos con ellos, y se fueron a sus casas felices, acordando que mañana a las 9,30 de la mañana estarán en la casa para la excursión a la laguna.  Será nuestro último acto con ellos, pues tras la comida nos iremos a Cusco.

Visto ahora, después de estas tres semanas con ellos, se da uno cuenta de lo mucho que se puede hacer, de lo agradecidos que son en todo y de las carencias que tienen, pero que a pesar de ello disfrutan con lo poco que hay, con la comida que se les sirve, con los juegos que hacemos, con nuestra ayuda a sus tareas….  Con unas piedras y unas maderas hacen un conato de casa, juegan al vóley con unos balones estropeados, se entretienen de maravilla con cualquier cosa…  en fin, que disfrutan de la vida que tienen.  Hoy Ipi comentaba con Ester que tal vez a nuestros hijos, a los de nuestra sociedad en general, les vendría bien estar una semana entre niños como estos, para que pudieran valorar todo lo que tienen y la poca importancia que le dan.  Sin duda sería una buena terapia, y no solo para los niños, porque también a los mayores nos resulta beneficioso un paso por situaciones como las que hemos vivido y estamos viviendo, para aprender a valorar mejor todo lo que nos ofrece nuestra sociedad, pese a todos los problemas con que nos encontramos en el día a día…

Bueno, no quiero ponerme filosófico, así que aprovecho ahora para comentar que hoy, por vez primera, he probado la caña de azúcar.  Parece que es habitual de estas fechas que se venda la caña de azúcar, que la gente compra para tomar en sus casas.  Y como había un camión en la plaza vendiéndolas, allí me fui a comprar mi caña de azúcar.  Por 2,5 soles (equivalente a un dólar) me dieron una caña de 2,5 metros de largo.  Luego los críos me explicaron como se chupa, para obtener su sabor dulce.  Invité a los críos que estaban en la casa en ese momento y todavía quedó caña para mañana.

Aunque no quiero hacer valoraciones ahora sobre nuestra estancia aquí, porque creo que es más oportuno hacerlo al regreso con la perspectiva de haber pasado ya unos días, la verdad es que ahora mismo me alegro de haber venido, no me importaría estar un poco más si no fuese porque los billetes están cerrados, y pienso que hay mucho que hacer, y que también desde nuestras casas podemos hacer algo por Hatunsonqo.  Pero todo eso se verá con el tiempo.

Esta es nuestra última noche aquí. Ipi acaba de ponerse a dormir (le he recordado que es su última noche en saco…) y yo todavía estaré un rato escribiendo, revisando fotos y leyendo. No se si volveremos, pero me quedan ganas de hacerlo, aunque de otra forma, procurando que la cosa sea mejor para nosotros y sobre todo para los niños.  Mañana, como ya dije, vamos a la laguna con los niños, ya que es fiesta y no tienen colegio, y tras la comida, nos despediremos de ellos, de Clemencia y de la casa, y también del pueblo, del que me queda un grato recuerdo, pese a las carencias que sufrimos, a los inconvenientes de comunicación, cortes de luz, frío, etc.

Todo lo anterior lo escribí anoche, en la habitción. Esta mañana hemos ido con los niños de excursión a la laguna. Fué un caminat considerable y hacía bastante calor. De todas formas lo pasamos bien, sobre todo los chavales, por lo cual quedamos contentos de haberlo hecho.  Ya de regreso, comimos y tras la comida nos vinimos a Cusco, desde donde ahora estoy cargando esto.  En unas horas nos vamos a Puno, la ciudad que está en el lago Titicaca.  Es un bus nocturno, tipo cama.  Llegremos allí entre las 5 y ls 6 de la mañna, y hacemos luego un tour por las islas de los Uros, Amantani, Taquile, etc.  Dormiremos con una familia mañana viernes y el sábado de noche, bus nocturno de regreso a Cusco, para terminar nuestra estancia aqui.  El lunes es el día que salimos para Lima.

Si nos es posible, el domingo volveré a escribir y poner algunas fotos del viaje al lago.  Mientras tanto, que seais felices, que disfruteis del fin de semana, e iros preparando para nuestro regreso, que tenemos mucho que contar…

Fuertes abrazos para todos, y una vez más gracias a los que nos habeis estado animando durante esas tres semanas de estancia en Pomacanchi.

2 comentarios sobre “Ultimo día

  1. Lo del «Bus tipo cama» lo dices con una naturalidad…. ¿quién no sabe lo que es?…. Después del viaje que hagais por las islas del lago, -en kayak, canoa, haciendo equilibrios sobre un palo…. yo qué sé …..- os faltará sólo viajar a lomos de un animal, por ejemplo de la «llama»que tan bien imita Ipi, ¿ o también lo habéis hecho????
    Que disfrutéis mucho de estos días, que ya os queda poco…. Montones de besos, Elena.

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  2. Bueno, chicos. El tiempo pasa inexorablemente y llega la hora de dejar la aldea. Solo quiero deciros que, una vez pasada la experiencia con todas las vicisitudes que nos habéis ido contando a través de este blog, todos esos buenos y no tan buenos momentos que habéis podido vivir, me reafirmo en lo que os comenté al principio de todo: admiro vuestra entrega, vuestro coraje, vuestro espíritu de sacrificio y vuestra solidaridad y me siento orgulloso de poder decir que tengo unos amigos capaces de hacer algo así.

    Disfrutad ahora de lo que queda de viaje y sed muuuy buenos, eh?

    Un besote. Rafa

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