30 de septbre de 2007. Por fín llegó este final de trayecto, que se
fué haciendo más duro cada día hasta estos dos últimos. Esta última etapa, de 27 kms, pasa por la Cruz de Hierro, que según los libros es el punto más alto del camino francés, a 1.500 m. de altitud.
Fué una pena que el tiempo estuviese tan malo, porque nos llovió bastante durante el recorrido y al paso por el alto había niebla y no pudimos disfrutar del espléndido paisaje que debe observarse en dias despejados. La Cruz de Hierro está sobre un enorme montón de piedras que los peregrinos han ido acumulando con el paso del tiempo. Desde allí empezamos el
descenso hacia Ponferrada, y paramos a comer en Molinaseca, donde hay unos buenos restaurantes y un hotel con muy buena pinta.
Desde allí Chus viajó sin mochila, para acelerar el ritmo, puesto que María que regresaba de Madrid en su coche se ofreció para pasar a recogerla y llevarla hasta Ponferrada, donde a la postre nos recogió para traernos de regreso a A Coruña.
Han sido dos semanas intensas, y ahora lo que
resta hasta Santiago es para hacer en otra tanda directa, tal vez en la próxima primavera o verano.