12 de abril. Anoche cene en el Albergue San Nicolás, donde se alojaron mis colegas franceses. Aquel sitio es mucho mejor y la cena fue estupenda (sopa de legumbres y escalopes, con tarta de queso helada como postre). En mi albergue la gente se puso a dormir enseguida y hoy empezaron a levantarse poco después de las 6 de la mañana aunque yo estaba ya despierto.
Además, como no había calefacción y la ventana estuvo abierta, hizo bastante frío y sin mantas de apoyo. Y hoy como allí no había donde desayunar al menos me pude tomar una fruta y un café de maquina antes de salir.
El arranque estaba fijado para las 7,30 en el puente para salir con los franceses y con Truus. Como llegue algo antes, casi me quedo tieso porque el termómetro marcaba 6 grados. Ellos venían con guantes, y como yo no los traje, me compre luego unos en Pamplona. Philipe y yo salimos delante, por ir más rápido que el resto y caminamos hasta La Parada de Zuriain, un bar que está casi 4 km más adelante y allí los esperamos mientras fuimos desayunando.
Tras el desayuno, nuevo arranque nosotros dos sin parar hasta Zabaldika, un pequeño pueblo que la carretera parte en dos y por el que no haría falta pasar de no ir al albergue. En mi anterior viaje echaba chispas por tener que hacer ese desvío que implica una fuerte subida, pero en esta ocasión lo agradecí porque la iglesia estaba abierta y una señora muy amable nos dio información y un pequeño folleto con algunas consideraciones sobre el camino.
Pudimos subir a hacer tocar la campana y hacer unas fotos. Y las reflexiones, que me han parecido interesantes, las iré volcando aquí de día en día.
Continuada la marcha, seguimos hasta Villava y ya desde allí el recorrido hasta Pamplona es casi todo urbano. Como veníamos con mucho adelanto sobre el resto, nos dimos una vuelta por la ciudad hasta la catedral donde estaban con una misa especial y de allí seguimos el paseo hasta la Plaza del Castillo, donde les esperamos en una terraza. Una vez que llego el resto del grupo y hubieron descansado, recorrido por la calle Estafeta y como querían comer cosas típicas, nos metimos en un bar de esa misma calle donde tomamos jamón, queso, tortilla y huevos rotos con ajo arriero, además de unos excelentes pinchos, todo regado con sangría a solicitud de mis compañeros de viaje.
Y finalizada la comida, ruta hasta nuestro destino en Zariquiegui que resultó estar más lejos de lo que decían las guías, y además como está en alto y por la hora el calor apretaba más, se hizo más duro de lo inicialmente previsto. Por cierto que al final hemos venido todos al albergue donde yo había reservado y gracias a ello pude hacer reservas para el resto. Ahora está completo y varios peregrinos que llegaron después han tenido que seguí más adelante.
El albergue está bien. Estoy en una habitación para 6 personas con los franceses y dos ingleses. A Truus la han enviado a otra habitación. Aquí tienen menú para la cena y cenaremos todos juntos. Para el desayuno solo hay una máquina de cafés y poco más.
Como resumen de la etapa, decir que hemos recorrido 30 kms, según Endomondo, aunque teóricamente eran entre 27 y 28, pero hay que añadir los flecos y lo que hemos pateado por Pamplona. Y comentar que aunque hoy viaje acompañado, primero por Philippe y desde Pamplona con Truus, la mayor parte del tiempo vamos cada uno a su ritmo, y solo charlamos cuando hacemos alguna mini-parada para beber, quitar ropa o similar. Seguimos con una media de marcha superior a los 5 kms/hora y aún así se lleva bien.
El camino hoy fue parecido al de ayer, tal vez con menos sombras y una parte de recorrido urbano importante pero aun así, agradable en su conjunto.
«El Camino De Santiago no es solamente un trecho que hay que recorrer para llegar a alguna parte, no es una prueba para alcanzar una recompensa».
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