Camino 2017 – Etapa 5: Lorca – Los Arcos

14 de abril. Esta noche dormí mas profundamente y me desperté cuando Wolfang, el austriaco,  se levanto para marchar. Eran sobre las 6 y media. Y un poco mas tarde, amanecimos con la novedad de que Xavier tenía una rodilla fastidiada y no podría caminar, por lo que decidió quedarse. De modo que desayunamos en el otro albergue de Lorca y desde allí avisamos a Arturo, el taxista que me recogió a mí en Pamplona, puesto que además el albergue de destino en Los Arcos es suyo, para que pasara a recogerle y llevarle a nuestro fin de etapa.
Empezamos la marcha poco después de las 8 de la mañana en dirección Estella, y como a 4 kms está Villatuerta, un pueblo bonito y que tiene una preciosa iglesia. Desde allí quedan poco más de otros 4 kms hasta Estella, a donde llegue solo y bastante destacado, por lo que hube de esperar un buen rato por mis compañeros de viaje. El camino no pasa por el centro de la ciudad por lo que no pude ver la plaza principal de la que tenía un grato recuerdo de mi anterior paso por aquí.
Desde Estella comenzamos la subida hacia Villamayor de Monjardin para pasar al poco rato por la Fuente del Vino, que está en Irache, junto al monasterio. La fuente es una aportación que hace Bodegas Irache a los peregrinos como recordatorio a lo que en otros tiempos la gente de la zona daba a quienes peregrinaban a Santiago. Y de ahí ya seguimos camino a Villamayor a donde llegamos sobre la una de la tarde, después de pasar por Azqueta, pueblo en el que había mucha gente y mucho ambiente, imagino que debido a ser día festivo. En Villamayor visitamos su bonita y austera iglesia y comimos ligeramente. Como había problemas para conseguír plaza en el restaurante optamos por hacernos nosotros mismos los bocadillos y comimos en una zona habilitada a tal fin.
Y después de comer, continuamos ruta hacia Los Arcos, para donde faltaban otros 12 kms. Aunque hacía calor, era soportable, y por tanto se caminaba bien, y así al cabo de algo más de medio trayecto llegamos al punto donde está la roulette, y allí nos dimos un buen descanso para después de algunos minutos retomar la marcha hacia Los Arcos, nuestro final de etapa. Una etapa que ha sido la más larga de todas hasta la fecha, manteniendo el buen ritmo de los días precedentes.

“El Camino te simplifica porque cuanto más ligero sea el equipaje, menos te agobiara la espalda y mejor experimentarás lo poquísimo que necesitas para vivir.”

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