Camino 2017 – Etapa 11: Cardeñuela – Hornillos del Camino

20 de abril. La jornada de hoy empezó poco después de las 7,30 después de haber semi-desayunado porque me quede sin monedas y no podía usar la máquina de café, y aunque luego mi vecino de habitacion me dio 1 euro, me equivoqué y en lugar de café con leche me salió un solo largo, que no sabía a nada. En vista de lo cual decidí que me tomaría ese café inicial que tan bien sienta, en la primera cafetería que encontrase en el camino. Hay que decir que hoy la mañana estaba fría, francamente más que cualquier otro día de los precedentes.
De esa forma, los 6 kms iniciales los hice en menos de una hora, y justo al llegar a Villafria, donde empiezan los polígonos de entrada a Burgos, me metí en el primer bar que encontré y se ve que hoy tenía algún gafe porque cortaron la corriente según entre. Pese a todo pude tomarme un cafetito caliente.
La ruta hasta allí, por el arcén minúsculo de una carretera comarcas, y a partir de ese momento por aceras, durante al menos 7 kms más, a lo largo de un polígono. Vamos, como en el Paseo Marítimo, pero solo en cuanto al piso, porque en lugar de ver el mar solo había naves industriales y camiones. Y ya llegados a la zona de viviendas del Gamonal, a las 9,20 de la mañana, a atravesar toda la ciudad de Burgos. En un reloj de esos que además ponen la temperatura, a las 9,38 marcaba 5 grados. Frío o fresquito? Habría que preguntar a Ipi o Elena, a ver qué opinan.
Tras atravesar todo el centro de la ciudad, con parada en un par de iglesias y pasó por la catedral, enfile ya la salida hacia Tardajos, un pueblo que está 10 kms más adelante. Camino siempre llano, alejado al principio de la carretera aunque se junta a ella en la llegada. Allí, en Tardajos, hice la primera parada sería, para comprar y tomar unas frutas, que fue mi comida en el día de hoy. Antes, en la salida de Burgos, frente a la universidad, había tomado otro café, aprovechando para desaguar. Por cierto, que allí pare el contador de Endomondo y por esa razón no se ha incluido más de 1 km de ruta, hasta que me di cuenta.
Desde Tardajos ya vine sin parar hasta mi destino de etapa, en Hornillos del Camino. Por el medio solo queda un pequeño pueblo, Rabe de la Calzada, donde un grupo de peregrinos estaban comiendo y daban una envidia …. Si hasta entonces el recorrido había sido llano, a partir de ese momento el camino sube de forma continuada durante al menos 5 km, y aparecen peregrinos descansando en una zona arbolada, y cuando llegas a una distancia aproximada de 2 km de Hornillos, se divisa el pueblo que ya creías que no iba a aparecer nunca. Y si la subida era dura, la bajada lo es más, por ser muy repentina y toda de piedras. Pero al fin llegas, y ahora estoy en el albergue Alfar, aparentemente muy bien. No está abarrotado pero hay bastantes peregrinos, entre los que he conocido a un español, un alemán, una etíope, una mejicana, una australiana, un italiano, y alguno más cuya procedencia no conozco. En la cena común solo hemos participado 3 personas. El resto o no cenan o lo hacen fuera.
Por lo demás, hoy he contactado por whatsap con Xavier, el amigo frances que se quedo en Viana con Philippe y Anne Laure. Los recuerdo mucho y se les echa de menos, por el buen ambiente que teníamos en grupo. También por whatsap contacte con Truus, que hoy al parecer se quedo en Burgos.
Van ya 11 etapas y casi 320 kms. El ritmo es mejor que el previsto inicialmente, pero aun así, si se extrapola con lo que falta nos iríamos a un total de 27 o 28 etapas. En fin, lo veremos a medida que avancen los días. En cualquier caso, que no vaya la cosa a peor.

‘El Camino te exige. Hay que levantarse antes que el sol a pesar del cansancio y las ampollas; hay que caminar en la penumbra de la noche que se va haciendo día, hay que descansar justo para no pararse.’

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