Hoy , 23 de junio, es un día especial en toda España y particularmente en Galicia. Y en A Coruña, también de forma singular.

Ha llegado el verano, después de hacerse mucho de rogar, ya que hasta hace menos de una semana estábamos en invierno. No hubo primavera y hemos pasado directamente al verano, tanto en lo cronológico como en las temperaturas.

Y en esta època y con este tiempo, no hay ciudad mejor para vivir. Esta mañana a las 7,30 de la «madrugada» la playa del Orzán estaba totalmente parcelada y cada parcela ocupada por un grupo de jóvenes que han ido a montar guardia para desarrollar esta noche la fiesta de las hogueras. Era una delicia recorrer el paseo marítimo, con un cielo totalmente claro y despejado, con una temperatura de lo más agradable y viendo el ambiente sobre la playa.

Pero al margen de que hoy sea un dia especial y exista también ese ambiente singular por lo que se celebrará a partir de la tarde y especialmente en la noche, nuestra ciudad tiene unos alicientes que en pocos lugares se pueden encontrar. Cada día que salgo a caminar por el paseo marítimo, a lo largo de los 10 kms que van desde el puerto hasta O Portiño, no me canso de disfrutar de la visión del mar, unas veces tranquilo y encantador y otras tan bravo que asusta acercarse a la orilla o a las rocas.

Las vistas de la Torre de Hércules desde el Milenium, y viceversa, permiten observar un paisaje tan atractivo, que a uno le entran ganas de contarlo y compartirlo con quienes no pueden verlo. Acercarse a Punta Herminia, aunque ahora ya no pueda verse la Caracola, pasear por entre los Menhires, bordear el Club del Mar, llegarse hasta el dique de abrigo, es un disfrute que solo quienes vivimos aqui tenemos al alcance a diario.

Me encanta circundar la Torre por entre los senderos llenos de otros caminantes o corredores que hacen deporte, que pasean sus perros, o que simplemente tratan de relajar el espíritu. Y lo mismo cuando a media tarde jovenes y carrozas pasean tranquilamente a lo largo del paseo que transcurre desde las Esclavas hasta la Domus. A Coruña es una ciudad que vive con el mar y que comparte su bravura en los temporales de invierno y su placidez en jornadas como la de hoy.

Esperemos que esta noche mágica sea de buen recuerdo para todos los que se acerquen a las playas a ver las hogueras, a espantar las meigas, y a disfrutarla en toda su extensión.