Pasear junto al mar siempre me ha gustado, y hoy, después de un par de semanas sin salir a caminar, tuve la ocasión de hacerlo de nuevo como a mi me gusta, recorriendo el Paseo Marítimo, bordear la península de la Torre, bajar hasta cerca de la caracola, continuar hasta la zona de los Menhires, Club del Mar, resto del paseo hasta el dique, y regreso por detrás de la Solana, por la Dársena, y Jardines hasta Juana de Vega. En total 9 kms hasta llegar a casa, con algo más de hora y media para ir ensimismado en cantidad de pensamientos, de recuerdos y de ideas para desarrollar.

Y como en estos momentos lo que ocupa principalmente mi mente es todo lo referente a la boda, a la programación y demás, me sonaba la música de la canción de Serrat que tan bien se nos acomoda, esa que lleva por título “Es caprichoso el azar”.

Mientras la canturreaba, recordaba la primera vez que nos vimos, en la casa de Paco y Elva en Santa Cruz, allá por los últimos días de julio de 2007, cuando Ipi estaba recién divorciada, en una tarde de sol. Me llamó la atención la respuesta que Ipi le dio a mi hermana cuando le preguntó como era que estaba tan delgada…  Algo más tarde, sin apenas cruzar unas palabras, salimos juntos de la casa, yo porque había quedado con alguien y ella supongo que hacia su casa. Ese día yo pensé que también entre las “singles” había alguna que realmente valía la pena al ver a Ipi. Mucho tiempo después otra de mis hermanas comentó que recuerda esa tarde y que ese día pensó que podríamos hacer una buena pareja.

Volvimos a vernos, también de forma casual, dos meses y medio después con motivo de una caminata que yo organicé a las Fragas del Eume para ir con mi amiga María José, de Valencia, que vino a Coruña a atiborrarse de pulpo y marisco en la Feria de O Grove. Pues bien, Ipi acudió a la caminata con mi hermano Paco. Fue la segunda vez que nos vimos.

Y de resultas de esa jornada, sabiendo que estaba sola y buscaba un grupo de amigos, le ofrecimos acompañarnos a un finde en Portugal, al que no vino, pero ya se abrieron las puertas para otros encuentros. La invité a la cena que organizamos en el Chiringuito para celebrar la Navidad, a finales de diciembre, y allí estuvo, junto al grupo de mis amigos. Y también pocos días después a través de Paco nos juntamos en el concierto de Navidad, para continuar la velada cenando por la zona de la Estrella. Y a partir de ahí, ya invitaciones tanto de uno como de otra para juntarnos asistiendo a espectáculos, y compartir algunas jornadas de grupo.

Incluso yo conseguí integrarme en un viaje de fin de semana que Paco y sus amigos tenían programado a los carnavales de Xinzo, viaje en el que tuvimos ocasión de conocernos algo más y compartir buenos ratos.

Hasta que Ipi se ofreció a asesorarme para mi primer viaje a N.Y. cuando David iniciaba la andadura de cosméticos con Blue Time. Durante el viaje hubo un gran intercambio de correos, de charlas telefónicas, y finalmente del deseo de encontrarnos al regreso.

Y ya de vuelta en A Coruña, vino a recogerme, y empezó esta preciosa historia que dura ya 11 años….