Después del día de mal tiempo, hoy ya la previsión aseguraba una jornada de nubes y sol, pero lo cierto es que el día empezó soleado, casi sin nubes, aunque con temperatura baja (no tanto como ayer, claro) y sin viento, algo muy importante para disfrutar de un buen día de esquí. Y también siguiendo lo que nos habíamos programado, decidimos ir a pasar el día a las pistas de Panticosa, desconocidas para los dos.
Al llegar a la estación ya pudimos ver que era mucho más reducida que Formigal. En la primera subida en el huevo, que lleva desde la base a la zona de Petrosos, un paisano que me acompañaba me comentó que aquella era una «estación muy familiar» y es cierto porque aunque tiene buenas pistas es mucho más reducida. De la parte alta del huevo decidimos continuar a la parte más alta de la estación, para lo cual tomamos el Ts Sabocos y desde allí subimos por el Ts Javier Escartín a la zona alta, para empezar a bajar por una pista azul (Senderos) probando el estado de la nieve. De allí subimos el Ts Corona de Aragón y desde lo alto bajamos por otra azul (Ibón de Asnos).
Repetimos la subida para tomar la misma pista aunque cambiando a mitad de recorrido a otra roja (Los Asnos) que estaba muy bien. Una vez cogida confianza, volvimos a lo alto de Corona y bajamos por otra roja (esta bastante más dificil) La Ripera, que nos dejaba un poco de lado, por lo que para volver al Ts Corona hubimos de coger una percha (Ibón de Sabocos) muy corta, pero que nos permitía salvar el desnivel necesario. Repetimos varias veces las subidas a Corona y Javier Escartín, para otras tantas veces recorrer Los Asnos, Cuartalé e Ibón de Asnos, hasta que
ya un poco aburridos de esas pistas optamos por volver a la zona de Petrosos a través de Hoz de Jaca y Fobas para movernos por las tres pistas que están frente al huevo (Mandilar, Pala Fobas I y II. El estado de esas pistas era tan bueno, y nos gustaron tanto que por alli pasamos más de dos horas recorriendolas, de forma repetitiva, haciendo videos, disfrutando de ellas y sacando algo nuevo en cada uno de los recorridos. Nos hicimos ya habituales de las perchas Fobas I y Fobas II. Son pistas rojas, pero con la nieve perfecta, que subyugaron a Rafa de forma singular, tanto asi que
ya incluso despúes de una parada para tomar unas cervezas (y una pizza) y antes de volver a la base de la estación, quiso que repitiésemos varias veces Fobas II. Asi nos dieron cerca de las 4 de la tarde, hora en que decidimos finalmente terminar. Y como queríamos bajar la pista
más larga (El Estrimal), una roja que lleva hasta la base de la estación, alla nos fuimos. Lo malo es que a esa hora la pista estaba impresentable, con la nieve en un estado lamentable, lo que hizo que la bajada fuese, además de muy larga y lenta, cansina y agotadora.
Ya regresados al coche y
aligerados de botas y demás, decidimos subir hasta la zona del balneario, para visitarlo. Es una subida larga, por una carretera estrecha y muy sinuosa y curiosamente el balneario está casi vacío. Allí vimos que los chicos del colegio Peleteiro a los que por la mañana encontramos esquiando en las pistas, estaban alojados en el hotel. Después de un corto paseo y tomar un refresco, ya regresamos a nuestro hotel en Formigal.
Dedicamos el tiempo de descanso en la habitación a revisar los videos que nos hicimos hoy, alguno de los cuales está francamente bien. Se ven los progresos que hicimos en estos dias. Y después de una ducha refrescante para salir, nos fuimos a la calle, donde pese al cielo despejado y que la temperatura era de 1 grado, la sensación era de mucho más frio debido al viento.
Dudamos en si cenar en Celleris o un asador que nos recomendaron, pero al final optamos por ir a Arriel a tomar unas tapas y unas cervezas. Huevos con chorizo y patatas fritas y morcilla casera fué lo que seleccionamos para acompañar a sendas 1906 bien fresquitas. Y para complementar, nos fuimos al Buho’s a tomar unos torreznos y unas patatas bravas. El café decidimos tomarlo en el salón del hotel, mientras veíamos el final del partido del Sevilla, que resultó eliminado. Y ahora, a dormir para preparar nuestro último día de nieve por este año.