Ayer, dando uno de mis diarios paseos por la ciudad, generalmente al borde del mar, a la vez que disfrutaba de las preciosas vistas de todo el recorrido iba pensando en la delicia que supone vivir en una ciudad como la nuestra.
A lo largo de mi dilatada vida he residido en numerosas ciudades. Nacido aquí, en A Coruña, he vivido además de en mi ciudad en Ourense, luego en Madrid, más tarde en Vigo, en Oviedo, en Zaragoza, en Valencia, y finalmente regresé a A Coruña hace ya 18 años, aunque también entre mi paso por esas otras ciudades recalé por más o menos tiempo aquí en varias ocasiones, Y de todas esas ciudades guardo buenos recuerdos, cada una con sus peculiaridades y en función de lo que dio de sí mi estancia en ellas, pero sin duda nuestra querida ciudad mejora, al menos desde mi perspectiva, a todas las demás.
Aparte de tener el mar, que sin duda para mi es un elemento muy importante, A Coruña es una urbe que por su tamaño tiene de todo lo necesario para una vida completa y no está afectada por las complicaciones de otras ciudades de bastante mayor tamaño. Aquí puedes moverte a lo largo de sus calles sin necesidad de usar el coche para todo, y a la vez con cortos desplazamientos puedes acercarte a las poblaciones próximas con un corto recorrido. Pese a que me encanta el campo y vivir en él, reconozco que la ciudad tiene algunas ventajas y, por diversas razones ahora mi sitio está en la ciudad.

Disponer de la playa en pleno centro es algo de lo que pocas capitales españolas pueden presumir. En la nuestra hay más de una playa, unas mayores que otras, y según la zona donde vivas puedes tener el mar a poca distancia de tu casa, en la mayor parte de los caos sin necesidad de utilizar transporte público para llegar a ellas. Y eso, sin duda, es algo muy de valorar.

En los aspectos culturales, hay una amplísima oferta de todo tipo, y en muchos casos sin coste o a precios muy asequibles. Teatro, con las propuestas y ciclos del Rosalía o el Colón, además de la oferta que se puede encontrar en el Agora o el Forum, entre otros. En música clásica, las ofertas de la sociedad filarmónica y la incomparable de la Orquesta Sinfónica de Galicia, en ambos casos con precios muy competitivos si comparamos con otras ciudades. Más reducida es la oferta en eventos como la opera o la zarzuela, pero también la tenemos disponible en fechas concretas. En cine, a pesar de haber desaparecido las antiguas salas individuales, tenemos tres o cuatro grupos de salas con una oferta aceptable.
Contamos además con una amplia y variada gama de zonas de exposiciones, desde el Museo de Bellas Artes, que también ocasionalmente ofrece conciertos y conferencias, hasta las salas de las fundaciones de Banco Pastor y de Abanca (Afundación), sin olvidar la del Kiosko Alfonso, y como signo singular de nuestra ciudad, las exposiciones fotográficas al aire libre, en Los Cantones y en La Marina. En la actualidad hay dos de ellas francamente interesantes. En varias de esas salas podemos encontrar también ocasionalmente charlas muy interesantes o proyecciones cinematográficas de interés, casi siempre gratuitas o muy económicas.
La oferta en cuanto a estudios tampoco es desdeñable, sobre todo desde que contamos con universidad propia, que se vino a sumar a las antiguas ofertas de Náutica, Ingeniería Técnica, Magisterio, etc. Hoy nuestros jóvenes solo tienen que marchar a estudiar fuera si quieren optar por carreras específicas con las que no contamos, pero mayoritariamente disponen de un amplio abanico de especialidades sin moverse de su entorno familiar.
También en las últimas décadas contamos con diferentes salas y recintos para acoger grandes o singulares conciertos de música de todo tipo. Desde las grandes actuaciones que se concitan en el Palacio de la Opera o el Coliseo, hasta las más reducidas y entrañables del Filloa, las salas Garufa o Mardigrás, en incluso las actuaciones que también se programan en el Colón o el Rosalía. Por ellas pasan excelentes músicos y cantantes de todo tipo, que nos permiten estar al día en todo los concerniente a nuevas tendencias y músicas más consolidadas.
En lo que respecta a la sanidad, con todas las carencias y problemas que acumula en los últimos años, contamos con el CHUAC, una referencia puntera a nivel nacional, además de otros varios de menor entidad como el Modelo, el Quirón y el San Rafael, pero con una variada oferta en cuanto a especialidades, y todo ello sin moverse de la ciudad.
En el aspecto deportivo la ciudad cuenta con muchas instalaciones de gran nivel. Empezando por el estadio de Riazor, los campos de deportes de la Torre, de La Grela, el parque Adolfo Suarez, etc. Y en las inmediaciones, varios campos de golf. Es una lástima que, con la afición que tiene, el equipo de futbol de la ciudad no haya sabido cumplir con las expectativas que se habían generado para retornar al futbol profesional, tras varios años en las categorías inferiores y pese a que en épocas precedentes ganó una liga y un par de copas del rey, además de tres supercopas.
Dejando para el final la amplísima y excelente oferta gastronómica, que en los últimos años ha dado un paso muy importante para competir sin temor a comparaciones con otras capitales mucho mayores en población. Podemos presumir de tener varios establecimientos ya reconocidos por la calidad de su cocina y atención con estrellas Michelín y soles Repsol, y otros muchos que, aun sin ese reconocimiento, ofertan una cocina y unos productos que nos deleitan en todo momento. En este sentido únicamente lamentar la dificultad para conseguir una reserva con poca antelación, ya que en la mayoría de los casos las reservas, si son para más de dos comensales, hay que hacerlas con previsión de al menos una semana.
Y se me ha ocurrido el generar esta publicación precisamente hoy porque ayer era un día muy especial para la ciudad. Como ocurre desde hace muchos años, la víspera de San Juan concita a coruñeses y parroquianos del cinturón de la ciudad miles de personas que quieren disfrutar de la noche mágica en las playas de Orzán-Riazor. Desde la noche anterior los jóvenes acuden a las playas para «montar guardia» y preparar sus parcelas para el día siguiente, juntándose al final miles de personas (esta mañana el responsable del dispositivo de seguridad estimaba que la afluencia a estos arenales había sido de aproximadamente 125.000 personas). Y eso contando además con que en esta ocasión coincidía el San Juan con un concierto de Alejandro Sanz en el Coliseo, que con toda seguridad se ha llenado. Y además de la zona de playa, también en muchos de los barrios de la ciudad hubo numerosas hogueras y sardiñadas-churrascadas, con gran participación ciudadana.

En definitiva, que vivimos en una ciudad de la que podemos estar plenamente orgullosos y de la que podemos presumir cuando salimos de aquí. Cuando ayer, en un encuentro con un amigo de edad similar a la mía comentaba que lo malo es que el clima no siempre nos acompaña, también hacía yo la reflexión de que, si A Coruña tuviese un clima similar al de Alicante o Málaga, por usar el ejemplo de dos capitales con mar, ya la afluencia de visitantes nos impediría disfrutar de varias de las singularidades que hoy tenemos. Así pues, «deixemos as cousas como están» y sigamos aprovechando todo de lo que tenemos.







