Miramont-Sensacq – Arzacq-Arraziguet

Como puede deducirse fácilmente, la etapa de hoy ya transcurre por el país Vasco-Francés. Es una etapa resultante de la división en dos de la original, de la cual hicimos ayer mas o menos la mitad y hoy tocó la segunda parte.

La mañana comenzó sobre las 7, horas en la que nos pusimos en pie para, después de los primeros retoques pasar al comedor para desayunar. Había buen ambiente y todo el mundo con ganas de ponerse en marcha.

Nosotros lo hicimos algo después de las 8, tras la foto de rigor fuera del albergue, que nos hizo Gerard, igual que ayer. Arrancamos carretera adelante, sin recordar los comentarios de Isabelle, la hospitalera del albergue anterior, que nos había comentado sobre la posibilidad de elegir dos caminos diferentes, uno de ellos mas corto que el otro, para ir de Miramont a Sensacq. Como teníamos la idea de que la elección se haría ya iniciada la marcha y no fue así, porque había que haberlo decidido desde el propio albergue, resultó que nos metimos por el camino largo, y cuando nos dimos cuenta ya llebábamos caminado 1 kms y por tanto no valía la pena volver atrás.

Se camina al principio por la carretera principal de salida del pueblo, para pasar algo después a otra de menor entidad y por tanto menos tráfico.

El camino es en parte una continuación de lo ya visto en la etapa anterior. Maizales a ambos lados de la carretera, si bien nos sorprendió encontrar un poco mas adelante un cuantioso número de ocas en un prado, que debían pertenecer a una granja que se anunciaba allí como “Ferme de Foie Gras”.

En los primeros kilómetros la ruta era llana, pero algo mas adelante se deja la carretera para entrar en caminos locales, ya con cuestas y a continuación pasar a senderos estrechos, muy atractivos en días de sol y calor, pero que hoy no eran tan interesantes debido a que había llovido durante la noche y amenazaba lluvia, con lo que también las temperaturas habían bajado de 28 a 18 grados de ayer a hoy en las mismas horas.

Poco antes de llegar a Sensacq pasamos junto a una iglesia de orígen románico (siglos XI y XII) aunque con reformas posteriores a finales de los siglos XVIII y XIX.

La iglesia no es nada espectacular, y al igual que la mayoría de las que nos estamos encontrando en los recorridos, están faltas de mantenimiento, imagino que debido a la ausencia de fondos estatales. En esta iglesia hay un interesante cementerio que la rodea.

El paisaje pasa a ser más rústico, con grandes prados, arboledas y bastante ganado pastando, especialmente vacas y algunos caballos, además de las citadas ocas, que mas adelante volvieron a repetirse en otro prado.

Cuando se van a cumplir los 10 kms de marcha, pasamos por Pimbo, una localidad sin nada en particular que señalar, donde había dos cafés pero ambos cerrados.

En cualquier caso, allí hicimos una breve parada para tomar unas frutas, barritas energéticas y frutos secos. A la salida del pueblo hay una bajada muy pronunciada y larga, a la que algo más tarde seguirá otra considerable subida.

Como curiosidades del recorrido, señalar que vimos un portal de cierre de una finca construido con tablas de esquí, y algo más adelante, en plan exposición, los restos de un coche estrellado en alguna salida de carretera. Arte rústico, sin duda.

De camino hacia nuestro final de etapa, comenzó a llover, aunque sin mucha fuerza. Como yo olvidé incluir el chubasquero en mi mochila y tampoco hoy recordé coger la capa de agua para incorporarla a la mochila pequeña, Teresa me prestó un paraguas de estos pequeños que trae, con lo que evité mojarme.

El tramo final hasta nuestro final de etapa de hoy se hizo muy largo, porque parecía que el camino está preparado para alargar el recorrido a base de dar vueltas por la misma zona.

No obstante lo anterior, poco antes de la 1 de la tarde llegamos a nuestro destino, después de recorrer 17 kms con parada incluida en poco mas de 5 horas, con una media aceptable.

A la llegada a Arzacq optamos por buscar un lugar donde comer antes de ir al alojamiento, pero por aquello de ser lunes, casi todos los establecimientos estaban cerrados, aunque al final encontramos sitio en el Café des Sports, donde comimos bastante bien. Un menú del día compuesto por Garbure (que ya no quedaba), ensalada y pollo con salsa de champiñones acompañado por pasta cocida. Al no poder darnos el plato inicial, nos compensaron haciendo más completa la ensalada e incorporando un plato de queso (por cierto muy bueno) antes del postre, que tambien estaba francamente bueno.

Terminada la comida, nos incorporamos al alojamiento previamente reservado, que ha resultado ser una casa particular (de una pareja de personas mayores), donde nos alojan en tres habitaciones, con camas independientes y servicios compartidos entre nosotros, pero todo ello muy completo.

Por la tarde, después de descansar, ducharnos y demás y en mi caso recomponer la mochila, ya que hoy tenía tiempo y espacio para hacerlo con calma, hicimos tiempo hasta la hora de cenar, a las 7 de la tarde igual que los días anteriores. El comedor está en una habitación compartida con salón, todo en un ambiente casero muy familiar.

Nos han dado una cena bien preparada, con una sopa de entrante, seguida de un surtido a base de paté de campagne, chorizo, tomate y un trozo de melón (del francés, ese con la pulpa color naranja). Las chicas, que estaban desganadas, dejaron parte. Y ya luego, cuando nos sirvieron otro plato (carne asada, con unos tomates rellenos y pasta como acompañamiento) prácticamente no lo probaron. Si agradecieron el postre que era un vasito con yogur y compota de melocotón realizado por los caseros, de su propia huerta, porque estaba fresco y entraba bien.

Para rebajar la cena (pese a que apenas cenaron), salimos a dar un paseo por el pueblo, con la idea de que ellas se tomasen una infusión, pero ni un solo local estaba abierto, ni tan siquiera el Café des Sports, donde comimos a mediodía. De modo que nos volvimos a casa y yo le pedí a la señora que les calentase agua para hacerse sendas infusiones, que se tomaron tranquilamente para ya después recogernos cada uno en su habitación, acordando que el desayuno de mañana lo haremos algo mas tarde porque la etapa será corta.

Ahora, en el momento de ir a las habitaciones llueve fuera aunque parece ser que la lluvia cesará de madrugada y podremos caminar mañana sin chubasquero ni cobertor de agua.

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