La etapa prevista para hoy era un apaño parcial de otra mayor, en torno a 15 kms, que hubo que reducir en base a que no encontramos alojamiento en esa distancia, en ninguna población del entorno. Y por ese motivo la idea era recorrer 10 kms, dejando para mañana una etapa de 20 kms,
Hay que señalar que durante la noche anterior llovió con ganas, en plan tormenta, por lo cual hoy nos íbamos a encontrar los caminos en bastante mal estado. Como cada día, antes de las 8 de la mañana estábamos ya listos para partir, después de haber desayunado y con las mochilas listas para el transportista.

Y como nos dijeron que en Fichous no habría ningún sitio para comprar y ni siquiera para comer o tomar un café, antes de salir pasamos por Carrefour para comprar algo de fruta. Finalmente, en torno a las 9 nos pusimos en marcha. A la salida de Arzacq se baja hasta un lago-embalse muy próximo y que hay que rodear para continuar. En el entorno del lago vimos a varias personas buscando setas, imagino que esperando encontrar las primeras de la temporada, generadas con las lluvias recientes.


A partir del lago comienza la ascensión por un sendero estrecho en bastante mal estado por la lluvia de la noche, lo que nos obliga a armar los bastones para evitar resbalones, ya que además el terreno es por allí muy arcilloso y con piedras.
Pasado ese primer tramo, volvemos a las plantaciones de maíz y empiezan a aparecer otras granjas con plantaciones diversas. Nos llama la atención un gallo muy ufano verificando su territorio, y grandes extensiones de prados con ganado vacuno, todo ello mientras afrontamos largas subidas, a veces por senderos y a veces por carreteras locales.


Un poco más adelante pasamos por Labalette, un lugar en el que ha sido colocado un mojón que indica que quienes vienen desde Le Puy en Velay (caso de Dora y Amalia), llevan recorridos ya 614 km y que “solo” les faltan 908 km para llegar a Compostela.

Continuando nuestra ruta se pasa por el pueblo de Louvigny, donde hay una granja con un antiguo molino, y en la que parece que están con preparaciones para algún evento. En otra de las numerosas subidas, Amalia y Teresa hacen buenas migas con un grupo de ocas que están en una finca. La visión de las ocas se repetirá en varias ocasiones a lo largo del recorrido porque se ve que son habituales por estos contornos.




Y así, subiendo y bajando, repitiendo en numerosas ocasiones senderos en mal estado por las lluvias de esta última noche, llegamos al pueblo de Fichous, con la sorpresa de que justo a la entrada hay un café con el que no contábamos, llamado A mi Chemin, donde decidimos parar para tomar un café y unos trozos de tarta de manzana.

Desde allí nos dirigimos luego a buscar el alojamiento de nuestra reserva, llamado Le Lodge de Pilotis, que según Google-Maps está como un kilometro mas adelante. Cuando llegamos al punto señalado, resulta que no aparece ese nombre, y en cambio hay unas instalaciones llamadas Bien-Hêtre, que nos inducen a dudas. Después de varias llamadas telefónicas nos acercamos al lugar y verificamos que es el mismo, porque ya nuestras mochilas están allí depositadas.

A todo esto, llevamos ya recorridos 12 kms, porque a los 10 que marca la aplicación hay que añadir algo más de 2 kms, que habíamos andado cuando me dí cuenta de que no había conectado la App al salir de nuestro alojamiento de ayer.

Y en vista de que en Fichous no hay nada que ver en particular, y que según las informaciones recogidas por Mayi para nuestro recorrido hay un pueblo cerca del recorrido de mañana considerado uno de los mas bonitos de Francia, y teniendo en cuenta de que en la próxima jornada no podemos hacer desviaciones, decidimos gestionar la forma de llegar a Morlanne, que así se llama el pueblo en el que hay un castillo y todas las construcciones muy bien cuidadas.

Para llegar allí, situado a unos 10 kms de Fichous, conseguimos localizar un taxi que podría recogernos en algo más de una hora, tiempo que aprovechamos para volver andando hasta A mi Chemin, el local de los argentinos donde estuvimos al llegar. Como están a punto de cerrar, conseguimos que nos preparen una pizza, que nos servirá de comida.





Finalmente llega el taxi y nos lleva a Morlanne, que realmente vale la pena ver. En particular el castillo, donde hacemos un amplio recorrido por todas sus salas y plantas. Desde lo alto de la Torre se intuyen los Pirineos, ya que como el día no está perfectamente claro, se percibe el perfil de los montes.






En el pueblo vemos también la iglesia y el conjunto de sus edificios, muy cuidados, especialmente en la calle principal, la “Carrera de Chateau”.



Al terminar la visita, y antes de llamar a otro taxi que nos traiga de regreso, Amalia sugiere ir andando hasta Pomps, el pueblo por el que pasa el Camino y por donde nosotros pasaremos mañana. Así que, aceptada la propuesta, nos aventuramos por nuevos senderos, el primero de ellos muy estrecho, con bastante inclinación, y además moviéndonos sin bastones, que han quedado en la cabaña. Nos apañamos “a medias” cogiendo algún palo que nos haga de bastón, porque realmente el terreno está muy resbaladizo. Y así, tras andar otros 3 kms llegamos a Pomps, donde de forma casual nos encontramos con un taxi que está dejando a una persona, y le proponemos que nos traiga a nuestra cabaña, donde llegamos cerca de las 6 de la tarde, con el tiempo necesario para ducharnos y asearnos para la cena, que nos servirán en la propia cabaña a las 7 de la tarde.


La cena fue bastante sencilla. Una especie de plato combinado, conteniendo un pequeño bol con algo parecido a unas lentejas (que no supimos realmente lo que era), una pequeña ensalada, algo con forma de pequeña tortilla pero que nos hizo recordar a los “pérsicos” portugueses, y una pequeña ensalada trozo de quitche a base de verduras. Como no había postre, para completar la cena cogimos el queso que nos vino para el desayuno de mañana.
En fin, una jornada que sobre la marcha se fue haciendo, y que nos ha llevado a caminar más de 15 kms, aunque la hemos llevado con alegría y normalidad. Y ahora toca descansar, que mañana no hay quien nos libere de los 20 kms que restan hasta Arthez-le-Bearn.
















































































































































































































































































































