Como es un problema conseguir escribir en el cíber, voy a tratar de reducir al mínimo mi estancia allí, reduciendo así los problemas de lentitud en la línea y posibles apagones de luz, de forma que escribo esto en mi pc y luego lo llevo para “copiar y pegar” que se supone que si funciona, será más agil.
Esta mañana (jueves 25 de octubre) al pasar por delante, el ciber estaba cerrado, de forma que ahora escribo desde Hatunsonqo.
También en el día de ayer hemos pasado el ecuador de nuestra estancia en la casa. Pero hay tantas cosas que hacer que se necesitaría un año aquí para ir completando cosas. Y sobre todo lo que falta es dinero y eso es más complicado, aunque voy pergeñando alguna idea de cara a trabajar en ese terreno a nuestro regreso.

En los días que van de esta semana (lunes a miércoles) ha habido algunas cosas que señalar. Aquí llegamos el lunes a mediodía, después de haber hecho compra en Cusco, pasar un bus que nos deja a unos 10 kms de aquí, y hacer el resto en taxi. Llegamos con la comida ya preparada (sopa de patatas, verduras variadas y trocitos de carne-grasa, y de acompañamiento el arroz habitual. Claro que ese día para la cena hubo algo especial. Además de los sobrantes de la comida, hubo “chicharrones”. No son lo que nosotros denominamos así, sino trozos de chancho (cerdo) fritos. Algo así como el cuchifrito típico de Avila, pero de cerdo adulto.
El lunes en el coche de la tarde llegó Vania, la hermana de Giovanni, con provisiones de alimentos para la semana, y una bolsa con ropa para tratar de completar lo que falta para dar a todos los niños un juego completo (pantalón, camisa o camiseta y casaca o sudadera). El martes charlamos tranquilamente con ella para avanzar en la solución de algunas cosas, como continuar con el reparto de cosas ahí acumuladas traídas por otros voluntarios y que de poco sirven si no se utilizan. Hemos solucionado también el problema de los perros, que son un foco de suciedad, de problemas, y que además en los últimos días venían creando tensión con las chicas e incluso conmigo. Ese tema ya está solucionado ahora, afortunadamente. Evito más explicaciones sobre el tema….

También el martes, como teníamos proyectado, llevamos a los chavales de excursión al Cristo Blanco, un monte próximo desde el que se tiene una vista global de Pomacanchi. Aunque la subida es dura, todos los críos incluso los más pequeños, subieron con una facilidad pasmosa y nosotros más que cuidándolos íbamos a remolque. Lo pasaron bien, hicimos muchas fotos, y les llevamos unos zumos individuales y galletas de chocolate, como merienda especial.
Ayer miércoles nos pasamos el día currando. Por la mañana, tras el desayuno, Ipi estuvo hasta la hora de la comida pelando patatas, guisantes, etc…. Mientras yo fui hasta la casa a reparar unas camas que están destartaladas. Con la poca herramienta que hay y algunas cosas que compré, dejé una lista y hoy le tocará a otra.
La tarde, después de las tareas con los niños, a pelar patatas como posesos de nuevo, porque habíamos prometido hacer tortilla española de cena. Así que no paramos. Tenemos las manos que da pena verlas, de tanta patata. Eso sí, las tortillas (7 en total, grandes) salieron muy buenas y a los niños les encantaron.
Hola, parece que estais hablando de la «mili», los dos castigados a cocina por portaros mal,
Bss.
Me gustaMe gusta