Sobre el fin de semana

Este último fin de semana fue más tranquilo que el anterior, pero también movido.  Tras llegar a Cusco el viernes a la tarde, la consabida ducha para reconciliarnos con el aseo personal, y un paseo por la ciudad, con cena tranquila y a descansar pronto, para salir temprano el sábado.

Efectivamente el sábado madrugamos y, de camino a los buses de Urubamba, fuimos visitando los mercados de artesanía aunque sin comprar para no ir cargados, dejando ese trabajo para el regreso por la tarde.  Nos ofertaron un taxi que iba bien de precio y lo sustituimos por el bus, para ir a Maras, desde donde partiríamos a ver Moray, un lugar que fue creado como centro experimental para cultivos (son diferentes bancadas o andenes, a diferente nivel de terreno, en los que comprobaban el tipo de cultivo que mejor se adaptaba a la altura, humedad, etc. Data de la época de los antiguos pobladores, y ahora se usa como atractivo turístico. Dicen que en la zona más baja se recarga energía para el cuerpo.  Lo que sí es cierto es que hace falta una buena dosis de energía para subir aquello después de haber llegado abajo del todo. Tras Moray nos fuimos a las Salineras, una zona de tiene creo que 380 pequeñas explotaciones de sal, a partir de un manantial que no se sabe bien de donde procede. Lo cierto es que hay muchas familias que viven de lo que les produce la sal que obtienen, además del atractivo turístico.  Nos gustó el recorrido, aunque nos dieron mal las explicaciones y descartamos ir en un tour organizado para evitar que nos anden llevando a lugares de compra… y nos salió mal el tiro porque al final pagamos más del doble haciéndolo en taxi.  Para colmo, en el mismo taxi me dí cuenta de que había perdido una cartera con dólares, euros, tarjetas de crédito, etc, que tuve que anular de inmediato.  En fin, que no todo va a salir a pedir de boca.

Ya de regreso en Cusco, compras de artesanía y chuminadas diversas, regateando… mirando y remirando… y finalmente, a la noche fuegos artificiales en la Plaza de Armas en honor del Cristo de los Temblores, patrón de la ciudad.

El domingo hicimos una nueva visita a Pisac, ya por nuestra cuenta y sin ver arqueología, que ya habíamos visto en la anterior visita. Tratábamos de conocer una misa a la que bajan ataviados con sus trajes tìpicos la gente de los pueblos próximos.  Y allí nos encontramos con otra boda inca….  Ipi aprovechó para intimar con la gente de la boda, hacerse fotos y enterarse bien de toda la parafernalia.  Luego visitamos el centro del pueblo, con un gran mercado de toda clase de artículos, y donde vimos también los panes-dulces que hacen en estas fechas con ocasión de las fiestas de difuntos, en honor de sus familiares fallecidos.  Tomamos allí también las famosas empanadas de los hornos de leña locales.

Y regresando a Cusco para comer, nos fuimos a degustar el cui (un animal con aspecto de ratón grande, algo menor que un conejo, muy característico de aquí).  Comimos en Quinta Eulalia, el restaurante que nos recomendó Santiago del Valle, muy bien por cierto. Ipi no quería ver la cabeza del bicho al comerlo, y puso su plato enfilando la cabeza del cui hacia mi.

Y el resto del domingo paseando, tomando zumos riquísimos en locales en torno a la Plaza de Armas, y recogiéndonos pronto para madrugar hoy lunes, porque además la señora de la casa donde nos alojamos en Cusco los findes nos había pedido servir el desayuno a las 7 porque tenía que ir a una misa especial.  Nos ofreció algo típico, el adobo, que viene a ser algo así como la carne “o caldeiro” cocinada con mucha cebolla, pimentón picante y no sé qué mas, pero eso, a las 7 de la mañana, podeis imaginar como deja el cuerpo para todo el día. Y no nos dejó tomar leche después: tuvimos que beber un ponche a base de vino caliente, “para rebajar” las grasas del adobo.  En fin, que todavía no me he sacado el sabor y son ya las 11 de la noche.

Lo anterior lo escribí anoche, en la habitación y como ahora he visto abierto el cíber, he aprovechado para subir algo. Por el momento me conformo con esto, no sea que se vaya la luz, como anoche, y me quede colgado.  Esta mañana hemos madrugado para ir a una «chacra» (unas tierras, con la madre de unos niños). Ya contaré y pasaré fotos al respecto. Abrazos a todos.

3 comentarios sobre “Sobre el fin de semana

  1. Muy buenas!!!! Hay una foto que no quise ampliar, os imaginareis cuál……. por si se sale del plato…!!!!!
    Me gustó lo de la energía recargable en la zona baja de las bancadas, pero se debería poder repostar también arriba para no irse de allí con el depósito vacío…..
    Manu, tienes que dedicar parte de tu tiempo, -no creo que te sobre mucho-, a escribir.; ¡¡¡No se puede desperdiciar tanto talento…!!!!
    Un abrazo a los dos. Elena.

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  2. La verdad es que Perú era uno de mis destinos , pero con estos maravillosos relatos, creo que ya estuve ahí . La rata tiene una pinta fantástica , muy bien asadita, sólo que yo directamente le quitaría la cabeza… Espero que sigáis disfrutando de vuestra estancia ahí , que no es para menos la experiencia .Seguir contando que nos encanta.muchos bésiños de los dos .Elva y Paco

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