Hoy ha sido el día chungo de la semana, o al menos eso esperamos, pensando en que los dos que faltan serán mejores. Amaneció la mañana con más nubes que ayer, y sobre todo nubes muy negras, que presagiaban que el día no estaría bueno, aunque a lo lejos, sobre las pistas, estaba más claro. Eso es lo que veíamos desde el comedor del Parador mientras desayunábamos, tan espléndidamente como desde que llegamos.
En cualquier caso, nosotros subimos, al igual que cada mañana con la idea de disfrutar de las pistas. Y además hoy llegamos al aparcamiento de Orri algo más temprano que ayer y el lunes. Lo que sí vimos es que a nuestra llegada había bastante menos coches que los otros días, probablemente debido a que llegamos antes y a que algunos de los habituales decidieron no ir a la vista del mal tiempo.
Nuestro plan para hoy era cambiar de zona, es decir, aunque saliendo de Orri, dirigirnos mediante los remontes a la parte de Baqueira que no habíamos visitado estos dias de atrás. Para ello, nos montamos en el TSD J. Jordana, que nos subió al Cap de Baqueira, y ya en lo alto bajamos por la pista Mirador para llegar a la cota 1800 donde esperábamos encontrar una pista que nos llevase hacia donde queríamos ir. La nieve a esa hora estaba bien, aunque algo dura en determinadas zonas. Y al llegar abajo, vimos que las pistas que llevaban a donde queríamos llegar, salían de una zona más a la izquierda, con lo cual de nuevo volvimos a la cima de Cap de Baqueira, mediante el TSD Pla de Baqueira, y ya desde allí localizamos la pista o pistas Ta Argulls, que fue la que nos llevó a donde queríamos ir.
Una vez abajo, nos llevamos un pequeño chasco al comprobar que el TSD Argulls, que es el que da el mejor servicio a esas pistas, estaba cerrado. Por ello, fuimos al TS Teso Dera Mina, que circula más alto y hace un recorrido similar, aunque más amplio, y da servicio a otras pistas. Después de la primera subida, ya con una nieve suave cayendo sobre nosotros, vimos que entre las opciones que había para recorrer, teníamos la posibilidad de acceder a Bonaigua por la pista de igual nombre, con lo cual y a la vista de que el tiempo iba empeorando, optamos por esa pista que nos llevó a la base de Bonaigua, y ya desde allí mediante el TSD Bonaigua, regresamos a la zona de Argulls. Hay que decir que de la pista Bonaigua yo tenía un excelente recuerdo de visitas anteriores, y hoy no la disfruté de la misma forma, en buena parte porque con el mal tiempo la visibilidad no era la mejor.


Tras el regreso a Argulls, hicimos tres bajadas por las pistas Argulls 1 y 2, para lo cual tuvimos antes que repetir el TS ya citado Teso Dera Mina, siempre nevando. En la última de las bajadas por las pistas de Argulls aprovechamos para hacer unos cortos videos, en los que siempre nos vemos mucho peor de lo que nos parece que esquiamos.
Y como el tiempo empeoraba a marchas forzadas, dado que estábamos lejos del aparcamiento de Orri y para llegar allí nos quedaba un largo periplo por varios telesillas y diferentes pistas, optamos por tomar la vía de regreso, cogiendo el TS Manaud, que nos devolvió a lo alto de Cap de Baqueira. Durante el trayecto, vimos que ya la visibilidad iba siendo mucho más reducida, y en algunos momentos casi no se distinguía a la silla que iba delante de la nuestra. Llegados al alto de Cap de Baqueira, ya la visibilidad era nula, y hubimos de andar fiándonos de algún monitor que subía con alumnos para poder localizar el inicio de la pista Cara Nord que sabíamos que nos llevaría a Orri.
A duras penas conseguimos localizarlo, y a partir de ese momento el recorrido de regreso fue lento, casi penoso porque había que ir cerca de los palos que son límite de pista para no perderse. Y como es una pista larga, tardamos mucho más en llegar abajo de lo habitual, podríamos decir que cuatro o cinco veces más de lo normal, y siempre también gracias a que con nosotros iban otros dos esquiadores, uno de los cuales parecía conocer mejor el recorrido.
Lo mejor fue que finalmente llegamos abajo, sin caídas y simplemente un poco más fatigados de lo habitual. Y como no se veían trazas para poder seguir esquiando por la zona de Beret, y se acercaba la hora del relax de mediodía, nos encontramos frente al bar de Moet Chandon, que ya sabíamos que era muy exquisito, y como no había otro accesible en el entorno, optamos por entrar. Los precios ahí son exagerados (ya lo sabíamos de otras ocasiones), pero como suele decirse «un día es un día y donde hay un euro se gasta». Asi que entramos allí y nos dimos el gustazo de tomarnos unas Alhambra verdes, una Tortilla Moet, y una Tosta de Foie caramelizada. Todo ello muy bueno.



Y con ello dimos por terminada la jornada de esquí, habiendo recorrido casi 30 kms durante 4 horas. Y ya tomamos el camino de regreso al hotel. Al llegar, como era mucho mas temprano que cualquier otro día, nos quedamos descansando en la habitación, viendo la tele y echando una media siesta. Asi pasamos el resto de la tarde hasta la hora de bajar al pueblo a cenar algo.
Para esta noche no teníamos nada reservado, así que nos bajamos a buscar algún sitio donde hacer una cena ligera, y como seguía lloviendo, encontramos frente al parking un sitio que en la anterior visita nos había llamado la atención, Nosati, en el que entramos. Es un ligar especialista en carnes a la brasa, pero como ya tenemos un programa en ese sentido para mañana, y además Rafa quería algo ligero, optamos por una Olla Aranesa que tomé yo y una ensalada de tomate para él. Completamos la cena con un tiramisú y unos cafés.
Y como al terminar era todavía temprano, decidimos dar una vuelta por el pueblo para buscar un lugar donde tomar otro café y un chupito. Dimos así con Viellitos, un bar en el que, ya dentro, a Rafa le recordaba haber estado allí, y efectivamente descubrió que en nuestro primer viaje juntos a Baqueira, en febrero de 2016, hicimos en ese lugar una cena a base de tapas.


Para terminar el relato de hoy, comentar que ha estado lloviendo toda la tarde, con algo más de intensidad de lo que caía por la mañana. Y como se supone que esa lluvia sería nieve allá en lo alto, es de esperar que mañana, cuando ya no se espera lluvia, tendremos nieve fresca. O sea, que nos vamos a dormir pensando que mañana será un buen día.






Un día menos intenso para pensar en mañana
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