Baqueira 25-04

Y después de la tempestad, viene la calma. Es cierto, porque después del día desastroso de ayer, hoy ha amanecido un día espléndido, que se ha mantenido durante toda la jornada de esquí. Por tanto, pasado el día chungo de la semana, que fue el miércoles, hoy jueves hemos podido disfrutar al máximo, porque no solo el tiempo nos ayudó, sino que la nieve era excelente. La nevada de ayer dejó una capa considerable, por lo que hoy había nieve virgen en toda la estación. Y pudimos disfrutarlo desde primera hora de la mañana.

Vista desde la habitación al despertar

Para empezar, podemos ver la primera foto de la mañana hecha desde la habitación, que muestra una imagen completamente diferente, con sol ya en lo alto de la montaña. Y más tarde, al bajar a desayunar, la visión de las montañas de Baqueira-Beret desde el comedor, atestigua el pronóstico de enormes expectativas para esta cuarto día de nuestra semana de esquí. Luego durante los recorridos de esquí pudimos disfrutar de las preciosas imágenes de los pinos cargados de nieve.

Parking de Bonaigua

Ya ayer habíamos previsto que hoy podía ser el día adecuado para subir el coche hasta el parking de Bonaigua, y así dedicar la mayor parte del tiempo a recorrer las pistas de esa zona. Y así lo hicimos, llegando a las pistas poco antes de las 10 de la mañana, y enseguida nos pusimos a esquiar. De inicio, cogimos el TS Cap del Port, uno muy corto que da servicio a los debutantes y que además nos desplaza a la zona de acceso a las pistas principales. tomando la parte baja de la pista Pla del Duc para acceder al TSD La Peulla, que nos lleva a la parte alta de la estación.

Zona a donde llega el TSD La Peulla

De allí podemos ir a la derecha, cosa que hicimos para empezar, por esa pista Pla del Duc, que bajamos un par de veces. La nieve estaba a esas horas casi sin estrenar, incluso en algunos tramos de la pista nosotros marcamos las primeras señales. Esa pista es larga (debe tener más de 2 kms desde lo alto hasta la base del telesilla), y daba gusto deslizarse por ella. Al estar el día despejado, la visión de la superficie de la nieve es perfecta y eso te permite enfilar la dirección con mas velocidad y sin temor a encontrarte con un desnivel que te desequilibra y te lleva a caer. Después de las dos primeras bajadas por la pista azul, nos dirigimos ya a las pistas rojas, a las que se llega por el mismo telesilla. En sendas bajadas recorremos La Peulla 1 y 2, y en la segunda de ellas, en el tramo 1, tanto Rafa como yo tuvimos algún problemilla, con caídas que, si bien no tuvieron mayor trascendencia, nos frenaron el ritmo.

Después de esos recorridos, nos animamos a volver a la zona de Argulls, que ayer nos permitió disfrutar de sus pistas mientras la visión era aceptable. Usamos el TSD Bonaigua para llegar a lo alto, y ya allí vimos que estaba operativa la percha Tuc de la Llança 1 y 2, que conocíamos de años anteriores y que permite subir mucho más alto, con lo que al hacer el descenso por la pista azul La Llança que empalma directamente con las de Argulls, con lo cual puedes hacer un recorrido continuado mucho más largo, ganando en velocidad, en variación de giros, etc. Al final de Argulls, volvemos a coger el TS Teso Dera Mina, que ayer utilizamos en varias ocasiones, para poder volver a la parte alta y de nuevo coger la percha, pero esta vez para hacer una bajada por Muntanyo 1, una pista roja que nos vuelve a la base de la percha, con lo cual repetimos la subida, en esta ocasión en paralelo ya que esa percha tiene dos cuerdas que suben en paralelo y pudimos acceder cada uno de nosotros por las dos al mismo tiempo. Y de nuevo en lo alto, bajamos por Muntanyo 2, que es mucho más larga y, con sorpresa para nosotros, nos devuelve a la base de Bonaigua. Como nos gusta la operación, hacemos una repetición completa, y así se va completando la mañana hasta hacer el parón de mediodía sobre las 13,3o horas. Menú habitual de barritas energéticas con cerveza y caldito Aneto, que hoy estaba igual de bueno que los demás días, pero que al poder tomarlo al sol, no era tan imprescindible para calentar el cuerpo.

El parón duró poco mas de media hora, y ya reanudando el esquí, repetimos varias de las bajadas de la mañana, es decir un par de veces por Pla del Duc (azul), y otra vez por Muntanyó, aunque en esta ocasión Rafa volvió a la 1, porque se había quedado con las ganas de bajarla sin caidas, y entretanto yo continué por Muntanyó 2, llegando los dos a la base del telesilla por separado. Hay que indicar que en la segunda de las bajadas por la pista azul, decidimos tomar una variante en la parte baja, porque descubrimos una pista roja Del Riu, que nos era desconocida. Así que nos metimos por ella, y lo que en principio parecía ser un recorrido sin complicaciones, resultó que en un tramo intermedio, tras un tubo estrecho, accedimos a una pala muy complicada, que hubimos de recorrer casi deslizándonos mediante derrapaje para continuar. Pero la cosa no pasó a mayores.

Y aunque inicialmente ese iba a ser el final de la jornada, como yo me había quedado con las ganas de repetir la bajada de la azul de Bonaigua que ayer hicimos y a mi me dejó mal sabor de boca porque es una pista que me gusta y ayer, por falta de visión bajé con temor y sin soltura, le propuse a Rafa volver a repetirla hoy. Por eso volvimos al TSD Bonaigua, subimos a Argulls, y finalmente bajamos Bonaigua disfrutando de ella, y dando asi por finalizada la cuarta jornada de esquí, que según atestigua la aplicación MapMyRun, supuso recorrer 60,82 kms durante las cinco horas y media que dedicamos a ello. Y con ello olvidamos o dejamos de lado los inconvenientes que tuvimos ayer por causa de la meteorología.

Para completar el día faltaba la cena final, que por cierto estaba ya reservada desde el primer día. Fuimos al restaurante Ali-Oli, que nos habían recomendado en la recepción del Parador. Y teníamos claro que el menú iba a ser a base de Calçots y Chuletón. O sea, que cuando llegamos ya lo comentamos y solo nos faltaba pedir el vino y un poco de pan con tomate.

La cena estuvo bien. Los calçots, tal vez algo mejor que el otro día, aunque en ambas ocasiones estuvieron buenos. El chuletón muy rico, aunque tenía una zona de grasa-nervio que costaba cortar. Pero bien preparado y acompañado de unas patatas asadas. Todo muy bueno. Para complementar, una botella de Algés, un vino DO Costrers del Segre que no estaba mal. Para completar la cena y terminar el vino, pedimos un poco de queso, que por cierto no nos incluyeron en la cuenta. Y de postre nos tomamos una crema catalana, como es de rigor.

La mesa donde nos instalaron estaba en un pequeño cuarto donde la parte central la ocupaba un grupito ciertamente original. Eran esquiadores, y casi todos parecían ser madrileños con vivienda en Vielha, que vienen de forma regular a esquiar los fines de semana, y en general, a juzgar por sus comentarios, eran bastante próximos a Ayuso y colaterales. En definitiva, un grupo de pijos madrileños, algunos de los cuales parecían reencontrarse e incluso conocerse en esa ocasión, por cuenta de amigos comunes.

Después de cenar nos volvimos a tomar otro café al Vielhìtos de ayer. Y lo completamos con un gin-tonic, siempre pensando en que esta era nuestra última cena en Vielha de nuestra semana de esquí.

De vuelta al Parador hemos preparado las cosas para cargar el coche después del desayuno, puesto que al terminar la sesión de esquí partiremos directamente a Donosti, donde haremos noche de camino a casa. Hoy, en una de las subidas en el telesilla, coincidimos con un donostiarra que nos recomendó otro bar en San Sebastián para tomar algo mañana.

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